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martes, 23 de agosto de 2016

Polémica, discusiones y acuerdos en una reunión por el albergue canino

EL CAM, EN EL CENTRO DE LA CONTROVERSIA

La Auditoría General ofició de mediadora entre organizaciones proteccionistas y autoridades municipales. Hubo fuertes cuestionamientos a una funcionaria, incluso con gritos y llantos. Luego todo volvió a la calma

La mediación entre organizaciones proteccionistas de animales y autoridades municipales tuvo ribetes para todos los gustos: polémica, discusiones, llantos, gritos y un diálogo final, que terminó con la redacción de una nota manuscrita para pedir que el intendente Martín Gill reciba a las proteccionistas en una audiencia privada. 

La Auditoría General, que conduce Alicia Peressutti, ofició de mediadora entre las partes. El eje central de la discusión es el Centro de Adopción Municipal (CAM), o albergue municipal, denunciado por las proteccionistas por encontrarse en malas condiciones y con deficiente atención.

Hace unas semanas se encontraron más de una decena de perros muertos, que estaban tirados en bolsas de residuos patógenos. 

Al llegar a la mediación, las proteccionistas se encontraron con la funcionaria Valeria Suárez como representante del Municipio. 

Tras unos minutos, estalló el escándalo con gritos y llantos de las presentes. Claudia Lencina, de la organización WEEAC Argentina, quien participó del encuentro junto a otras entidades proteccionistas como Patitas Felices y la Protectora de Animales, contó que Suá rez “siempre nos ninguneó”. “

Una chica le dijo ‘no tenés cara, te vas a presentar justo vos’”, y allí se desató el escándalo. “Veníamos cargando enojos porque Suárez nos cortaba el teléfono, no nos atendía y verlo allí exacerbó los ánimos. 

Pero por suerte después todo se calmó”, afirmó Lencina, quien diálogo con este medio sobre lo acontecido en la Auditoría. Finalmente, y tras esta discusión, las partes comenzaron a dialogar y la cuestionada funcionaria anotó todas las sugerencias que le formulaban las proteccionistas. Sin embargo, la intención de estas últimas es hablar directamente con Gill y por ello formularon la nota, que fue presentada en mesa de entrada de la Comuna. 

Respecto a los perros muertos, Lencina contó que Suárez les dijo que no habían dejado de existir todos esa misma semana, y argumentó que el camión de residuos patógenos pasa cada 20 días. 

Sin embargo, esta versión no fue creída por las proteccionistas “porque las personas que encontraron los animales notaron que no había olor, ni descomposición y que la carne no estaba dura”, afirmó Lencina. 

Tras la discusión, “que fue brava”, reconoció Peressutti, las partes comenzaron a dialogar y alcanzar acuerdos. “Estuvimos más de dos horas charlando. 

Se planteó trabajar positivamente para formular cambios para mejorar la vida de los animales. Las proteccionistas plantearon mejorar la infraestructura y que se incorpore gente de manera permanente”, afirmó la auditora.

puntal villa maría

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