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jueves, 17 de septiembre de 2015

Rescatista torturada por la mafia galguera

Cronica.com.ar habló con la proteccionista que fue brutalmente golpeada por desconocidos en Neuquén. Los sujetos bajaron de una camioneta polarizada, le dieron trompadas, le fisuraron costillas y le rompieron casi todos los dientes. “No sabés con quién te metés, vas a amanecer en una zanja. Te vamos a matar todos los perros. Sabemos dónde ubicarte”, le dijeron. La ley nacional para la prohibición de carreras de canes ya está en Diputados para ser tratada.

POR: GRUPO CRÓNICA
17/09/2015 

Por Santiago Fuertes
@sgfuertes

Muchos proteccionistas y rescatistas de galgos hacen su trabajo con muchísimo temor porque son conscientes de que se enfrentan a una mafia a la que, el sólo hecho de pensar que es posible que se prohíban las carreras de perros en todo el país, la enfurece. Claro, es mucha la plata sucia que mueve tanto por apuestas ilegales como por coimas y comercialización de drogas para suministrarle a los canes.

En el caso de Gabriela, sus temores se hicieron realidad hace tres semanas cuando fue brutalmente atacada por integrantes de la denominada “mafia galguera” en plena calle de la capital neuquina. Los desconocidos le pegaron trompadas, le fisuraron costillas y le rompieron, prácticamente, todos los dientes superiores, además de amenazarla de muerte.

“Iba al trabajo, crucé la calle y una camioneta Ducato blanca y polarizada me interceptó en las calles Ricchieri y Tierra del Fuego. Se abrió la puerta corrediza y bajaron cuatro personas. Me pegaron en las costillas, me fracturaron dos, y cuando estaba inclinada para tomar aire me golpearon en la boca. Me noquearon. Me quedé sin dientes, me hundieron los pernos que tenía y tuve que someterme a dos cirugías”, contó la víctima a Cronica.com.ar.

Mientras le daban la brutal paliza y la escupían, los agresores le dejaron una violenta advertencia que, a su vez, fue una amenaza para todos los proteccionistas que se atreven a enfrentar el maltrato galguero: “No sabés con quién te metés. Déjennos en paz. Vas a amanecer tirada en una zanja, te vamos a matar todos los perros. Sabemos dónde ubicarte”.

La víctima piensa que el ataque pudo deberse a un último rescate que hizo en una estación de servicio, donde apareció una galga drogada con anabólicos. “La desintoxiqué durante un mes. Aprendí a hacerlo porque confío en pocos veterinarios. Como las carreras dejan mucha plata, varios están metidos en el negocio”, explicó la víctima que, por obvias razones, no dio su apellido.

Miedo y poder

Gabriela se acercó a una comisaría y realizó una exposición civil. Su intención era denunciar pero el temor a represalias y el poco interés de los funcionarios policiales por su situación la desmotivaron. “No quiero hablar mucho del tema porque no pasa nada, no te prestan atención. Ni siquiera quiero decir a qué comisaría fui. Muchos policías también son galgueros. Además, no pude identificar a los agresores. Sólo vi que era una Ducato blanca con una calcomanía en el vidrio trasero con la frase ‘soy galguero’”, remarcó.

“Esta gente es pesadísima. Son muy violentos. Si te ven en la calle con un teléfono, se piensan que intentás sacarles fotos y te patotean. Ellos saben que hacen algo malo y por eso se persiguen tanto. Dicen que quieren trabajar en conjunto con las proteccionistas pero su objetivo es identificarnos a todos y vengarse”, contó aCronica.com.ar.

“El problema principal en este negociado es que están metidos políticos, gremialistas, empresarios y la policía. Así es difícil que se termine. Hay mucho dinero en el medio. Es inconcebible que dirigentes que tienen que cuidarnos estén involucrados en apuestas ilegales y en el comercio y uso de drogas prohibidas”, subrayó.

Que se apruebe la ley contra las carreras

Ese es el deseo de Gabriela y de cientos de miles de personas a poco de que se trate el proyecto de ley en Diputados. “Cuando las cosas son ilegales son incontrolables y no se pueden permitir ni regular. Hay que terminar con el maltrato animal y las apuestas clandestinas. Les pido a los legisladores que tengan humanidad, que dejen de recibir a galgueros como los que me desfiguraron y nos acompañen a nosotras que defendemos la vida”, recalcó.

Los proteccionistas no comen vidrio. Conocen al pie de la letra el discurso galguero. Ellos ven a los perros como un medio para ganar dinero y, cuando no los pueden explotar más y les resultan un gasto, los descartan en las peores condiciones físicas. Otras veces, los matan sin titubear. “Es un tema grave. Son muchos los galgos abandonados que rescatamos. No tienen ningún respeto por la vida. Han llegado, por venganza, a descuartizar perros y tirar pedazos de cuerpos por toda la ciudad sólo para demostrar que están dispuestos a todo con tal de seguir con su negociado”, graficó.

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