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martes, 23 de junio de 2015

Protestas en el mayor festival de China para comer carne de perro

Grandes críticas contra la tradición de comer can, en la celebración del solsticio en Yulin
Redes sociales contra la costumbre de comer carne de perro en China
El Festival del Lichi y la Carne de Perro de Yulin, que se está celebrando estos días —en el solsticio de verano— en esa pequeña ciudad del sur de China, se está convirtiendo en objeto de críticas de fuera pero, también, desde dentro del país. Los activistas por los derechos de los animales denuncian que durante estos días se sacrificarán unos 10.000 perros para su consumo.

La indignación por la tradición cada vez más polémica de comer carne de can ha calentado también un amplio debate en las redes, donde cientos de miles de personas han criticado la celebración del festival. El lunes, un grupo de activistas por los derechos de los animales se congregaron frente a la oficina del Gobierno de la ciudad, para exigir la suspensión del evento.

En China se calcula que hay al menos 30 millones de familias que tienen perro, según el grupo activista Euromonitor. La decisión de acoger a estos animales de compañía ha crecido de forma considerable en los últimos años y son precisamente, los dueños de los perros, los que están liderando la campaña de protesta.

Además de acudir a las manifestaciones, los más decididos han llegado a pagar pequeñas fortunas para comprar y salvar la vida a cientos de perros. Uno de ellos es activista Yang Xiaoyun, de 65 años y originaria de Tianjin. Xiaoyun viajó los 2.000 kilómetros de distancia que separan su ciudad de Yulin y pagó unos 7.000 yuanes (989 euros, 1.127 dólares) para salvar a un centenar de animales de su sacrificio para ser consumidos durante el festival.

Su ejemplo tal vez es uno de los más llamativos, pero sin duda refleja el sentimiento de desagrado ante ese festival que comparten con ella cada vez más millones de chinos, en un país donde se cree que al menos unos 30 millones de hogares tienen perros como mascota, mientras crece su sensibilidad hacia los derechos de los animales.

Con todo, en ciertas partes de Guanxi, como ocurre en otras zonas del sur y el sureste de China, la población local no ve ninguna diferencia ética entre consumir carne de cerdo o de perro, y defiende que debería ser libre de disfrutar tranquilamente de esa costumbre.

elpais.com

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