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domingo, 17 de mayo de 2015

Director de “Perla”: Los animalistas tienen que lanzar un grito porque la muralla todavía parece indestructible


Por pachnews

El próximo 21 de mayo de 2015, el mismo día en que la Presidenta entregue su cuenta pública, las salas de cine del país vivirán un hito. Ese día se estrena “Perla”, una película del director Sergio Castilla, que con una perra por primera vez como protagonista aborda la problemática del abandono de mascotas.

Los perros abandonados han estado entre los seres más pospuestos de la sociedad, y si bien ha habido un aumento de conciencia al respecto, la gran cantidad de mascotas sin un humano a cargo sigue siendo una preocupación. La falta de educación en torno a una tenencia responsable y la ignorancia que muchas veces existe frente a la esterilización, provocan esta realidad donde perros y gatos pagan las consecuencias.

Pero el director de Perla explicó en PACH news que hay un motivo más de fondo y tiene que ver con la lenta evolución hacia dejar de pensar que el ser humano es lo único que importa, y que si no aprendemos a escuchar a los animales y a la naturaleza, terminaremos destruyéndonos.

Esa es la motivación que vio Sergio Castilla en los ojos de Linda -nombre real de Perla-, y que lo llevó a realizar un trabajo de un par de años para exhibir en la pantalla grande la historia real de un rescate, uno más de tantos otros que realizan cada vez más personas que toman conciencia.

Apenas el director de la película abrió la puerta de su casa, Linda saltó a mis brazos. La conversación fue en el sillón favorito de esta alegre famosa de cuatro patas, y fue interrumpida varias veces por sus juegos y caricias. “Se entregó a tí y nunca más te va a olvidar”, me dijo Sergio.

-¿Siempre fue así?
Sí, era más todavía, y todavía es muy loquilla.

-¿Cuántos años tiene?
Cuando yo la encontré tenía 8 o 9 meses, y ahora tiene 4 años y tanto.

-¿Siempre le hablas en inglés?
Sí, le hablo en inglés porque viví mucho tiempo en Estados Unidos, vivo allá todavía un poco, tengo hijos y nietas en EE.UU. y echo de menos el idioma. Como no tengo nadie con quien hablar, hablo con ella.

Sergio Castilla me muestra una foto en su celular. Linda está parada en dos patas sobre un muro, detrás del cual hay un gato. “Siente olor a gato y mira para adentro”, explica.

-Tus trabajos tienen el factor común de entregar un mensaje, de hacer conciencia, sensibilizar con temas como la dictadura o las mujeres en las poblaciones. Pero al mirar “Gringuito”, la otra película que menciona en el trailer, se establece un puente en cuanto a lo teñidas de inocencia y vulnerabilidad que están las aventuras de los protagonistas. Al niño y al perro los une la necesidad de alguien que se haga responsables de ellos, ya que no se les puede dejar a la deriva, aunque quizás ellos no se dan completa cuenta de su situación.

Es que en general uno se mueve en un territorio y va buscando distintas metáforas que usar para contar historias.
-Todo eso es bello a la vez que sumamente emotivo, y al final es como si en esta última película se cerrara un círculo y fueses tú mismo ese ser rescatado.
Así como uno puede creer que yo adopté a la perra, también la perra me adoptó a mí, es una cuestión mutua, no tomé yo todas las decisiones, la perra también tomó decisiones.

-¿Podríamos suponer que Perla tiene un final ideal, feliz?
La película tiene varias vueltas al final, no te lo puedo contar pero tiene sus vueltas.

-¿Cómo ha sido el recibimiento de la gente?
La película ha sido recibida en redes sociales de una manera increíble, la interacción que hay con la página nuestra es impresionante, y ahora mandé unas fotos porque vamos a hacer un Instagram donde Perla esté en el estreno. La reacción de la gente ha sido impresionantemente cariñosa, todos escriben, todos quieren verla.

-Haces Perla en un buen momento, ya que en los últimos años parece haber aumentado la preocupación de las personas por los animales.

En este momento en Chile, la preocupación es enorme por los perros, los gatos y los animales en general, y entonces de pronto hay una perra, una quiltra además, abandonada, que pasa del abandono a ser personaje de una película, y pasa un poco a representar a todos los perros abandonados.

Era el momento que hubiera una expresión artística sobre el tema, que la gente estaba esperando. Yo no pensaba hacer la película, en el fondo la perra me hizo hacer la película, ella me dijo ‘haz una película sobre mí’.

-¿A qué te refieres con que ella te empezó a decir que hicieran la película?
Los animales tienen una forma distinta de comunicarse. La perra me empezó a pedir que hiciera la película a su manera, con su presencia, en silencio. La perra echada, haciendo sus shows, jugando o mirando.
Sabemos muy poco cómo funciona la emocionalidad, los animales, las formas de comunicación, estamos todavía en la prehistoria.

-Pero tú tratas de acercarte un poco más, de salir un poco de la prehistoria porque respetas mucho lo que ella te dice.
Creo que en un momento dado la situación cambió, antes era el hombre el centro del universo. No el hombre y la mujer sino que el hombre, se suponía que la mujer era parte del hombre.

El movimiento feminista ha existido siempre, pero surgió con mucha potencia en los 60′, entonces muchos hombres decían que eran locas. Dieron un gran paso adelante pero en aquella época parecían locas. Con los animales y la naturaleza es igual.

El hombre está destruyendo la naturaleza de una manera bestial, entonces también hay una conciencia de eso, primero vinieron las mujeres, después vino toda la cosa de la polución y la naturaleza y ahora están los animalistas. 

Entonces creo que la idea de que el universo es uno solo y estamos todos juntos es una idea que ha avanzado muchísimo, no todo lo que uno quisiera pero ha avanzado. Y creo que los animalistas juegan ese papel, se dice que son fanáticos pero cómo, ellos tienen que gritar, el grito que lanzan los animalistas se lanza frente a una muralla aparentemente indestructible, todavía hay quienes creen que los animales sólo sirven para comérselos.

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