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martes, 14 de abril de 2015

Impresionantes imágenes de un bebé ballena dejándose acariciar y con una gran sorpresa final

por Isa Lago - 13/04/2015

A las ballenas grises que habitan la Laguna de San Ignacio, les encanta interactuar con las personas que ocupan las embarcaciones turísticas de la zona. Algo insólito en su especie. Podrían evitar perfectamente los pequeños botes pero prefieren acercarse a investigar y, a menudo, se dejan acariciar sin ningún tipo de problema.

La Laguna San Ignacio se encuentra en la costa del Pacífico de la península de Baja California en México y es el destino de cientos de ballenas de este tipo, que emigran anualmente a la región desde sus zonas de alimentación en el Ártico. Es aquí donde dan a luz a sus crías ya que el agua no está muy profunda y su temperatura es cálida.

El avistamiento turístico de estos nobles animales está muy regulado, con claros límites en cuanto al número de barcos a la vez que pueden estar en el agua y también en cuanto al tiempo de permanencia de los mismos. Una vez estas embarcaciones están en la zona, deben pararse y apagar los motores esperando a que las ballenas se acerquen, si se da el caso, nunca debe permitirse que sea al contrario.

Las personas que aparecen en el siguiente vídeo vivieron sin lugar a dudas una de las experiencias más sobrecogedoras e increíbles de todas sus vidas al poder ver y tocar de cerca a un bebé de ballena. Pero la sorpresa no se quedó ahí ya que debajo de ella se ocultaba algo todavía más impactante.

lanubedealgodon.com

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