El animal le fue quitado a los dueños por una denuncia vecinal. La imagen que desató la alarma en la zona.
La presencia de una pitón reticulada en una vivienda del barrio Altos de Podestá alertó a los vecinos. Como una mascota más, la gruesa serpiente de color amarillo interactuaba diariamente con sus dueños y una foto donde se la ve debajo del bebé de la familia provocó que un residente cercano denunciara la situación al Municipio.
La imagen de la pitón escalando la puerta de entrada junto al menor de la casa, llegó a una cuenta de Facebook que posee el edificio Municipal, acompañada esta de un mensaje lleno de indignación por parte de un denunciante. “La compramos hace un año”, le dijo uno de los integrantes de la casa aNoticias 3 de Febrero.
Este martes cerca de las 16, personal del Juzgado de Garantías N°5 a cargo de Nicolás Schiavo, efectivos del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) y un vehículo de la Dirección de Zoonosis de Tres de Febrero, se acercaron al inmueble ubicado en la Manzana 7 del barrio cerrado. “Coco”, como fue apodada, es originaria del Sudeste Asiático y se alimentaba de “un conejo vivo” cada 15 días, según los propietarios.
La orden de allanamiento se llevó a cabo sin la menor complicación ya que la familia entregó a la serpiente. En pocos días será trasladada al Serpentario del Instituto Malbrán, al Zoológico de Buenos Aires o al de La Plata. En tanto el dueño, un hombre de aproximadamente 35 años, manifestó su deseo de recuperarla en el corto plazo.
Sitios especializados indican que la pitón reticulada puede alcanzar los 8 metros y pesar hasta 135 kg. Es carnívora y se alimenta de roedores, aves y otros reptiles, además mata a sus víctimas por estrangulamiento o constricción.
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