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lunes, 12 de enero de 2015

El perro que olió un cáncer y salvó la vida a su dueña

Una mujer inglesa de 46 años decidió acudir al médico después de que su perro olfateara y gimiese con insistencia en torno a su pecho
Ted es un border collie propiedad de Josie Conlan, una inglesa de 46 años residente en Stockton, en Inglaterra.

Sus problemas de salud le provocaban que de vez en cuando aparecieran pequeños bultos en su pecho. Y por eso no dio mayor importancia al que le había salido hace un par de meses, en apariencia idéntico a los anteriores. Lo que le puso en alerta fue la actitud de Ted, que insistía en acercarse a esa zona de su cuerpo olfateando y gimiendo sin parar.

Josie decidió ir al médico y las pruebas desvelaron que sufría un cáncer de pecho, felizmente detectado con margen suficiente para actuar gracias a la intervención del cánido. Con el tratamiento adecuado, Josie podrá superar su problema y continuar con su vida junto a su marido y sus dos hijas, de 26 y 14 años.

Lo curioso del caso es que el perro era tímido y poco dado a las muestras de afecto, probablemente consecuencia de los malos tratos que sufrió siendo cachorro, antes de que su actual dueña le adoptase. Ella le dio una vida mejor y él le ha devuelto todo ese cariño avisándole de que algo fallaba en su organismo.

«Ted es el mejor regalo que la vida ha podido hacernos. La gente dice que yo le salvé y ahora él me ha salvado a mí. Ha salvado a mi familia», explica emocionada Josie Conlan, agradecida para siempre a su leal amigo.

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