CÓRDOBA - 24/11/2014 - El dogo de burdeos era utilizado para satisfacer sexualmente a un hombre que, además, se filmaba y ofrecía shows zoofílicos. La Justicia investiga si hubo maltrato y crueldad.
Por Laura Giubergia
El dogo de burdeos marrón va superando el terror a las personas día tras día. Lleva casi un mes en el refugio de la Fundación Sin Estribo, por disposición judicial, luego de ser rescatado en un allanamiento en una vivienda de Unquillo, en donde el animal habría sido sometido a aberrantes prácticas sexuales por un hombre que se filmaba y comercializaba los videos. Su cuidadores lo bautizaron “Justiciero”.
Según la denuncia, el hombre tenía relaciones sexuales con perros y hasta con un poni, se grababa, pero además ofrecía shows de sexo en vivo con los animales. El caso está siendo investigado por la Justicia provincial, no por la zoofilia en sí (que en nuestro país no está penada), sino para determinar si el accionar encuadra dentro de maltrato y crueldad hacia los animales, previsto en la Ley Sarmiento (14.346).
“A nosotros llega una persona que se había enterado de las actividades de este hombre, nos pasó los videos y los números de cuenta bancaria que difundía, porque ofrecía shows privados o públicos, y también vendía los videos en DVD”, precisó Andrea Heredia de Olazábal, abogada y titular de la cátedra de Derecho Animal de la Facultad de Abogacía, y presidenta de la Fundación Sin Estribo.
“Con toda la información, advertidos de la crueldad hacia los animales, entendimos que esto es una clara situación de maltrato, y realizamos una denuncia penal”, precisó Heredia, quien por estos días espera que le confirmen si la aceptan como querellante.
El caso recayó en la fiscalía del Distrito 4 Turno 6, a cargo de Jorgelina Gutiéz, que ordenó el allanamiento a la vivienda del hombre. “Se secuestró el perro dogo de burdeos, que está en el refugio de la fundación como depositaria judicial, y otro material que está bajo investigación y secreto de sumario”, informaron desde la fiscalía.
Y aclararon que el hombre no ha sido imputado ni se le tomó declaración. “Todavía no hay imputados, la denuncia es por maltrato y por las presuntas lesiones que podría tener el perro, pero la zoofilia no es un delito”, indicaron.
Temeroso. “No sabés el miedo que tenía ese animal, nos acercábamos y se arrinconaba contra la pared, un comportamiento típico de un perro sometido”, describió Daiana Benedetto, integrante de Sin Estribo. Sin embargo, sostienen que con el correr de las semanas se lo nota más relajado al perro que llamaron “Justiciero”.
“Gracias a Dios, tenemos la Ley Sarmiento, que sanciona el maltrato y la crueldad hacia los animales, porque la zoofilia no está penada en nuestro país”, explicó Heredia, quien pretende que se abra el debate en torno a lo que considera abuso animal. “En Europa hay muchos países que sancionan con multas altísimas a quienes practican sexo con animales, porque no quieren convertirse en epicentros de turismo sexual y porque buscan preservar los valores de la sociedad, para que no se naturalicen conductas patológicas, perversas”, argumentó la abogada y proteccionista.
Por otra parte, aclaró que este tipo de personas “suelen creer que no están haciendo nada malo y que mantienen una relación afectiva con el animal”. En los videos que presentaron a la Fiscalía, y que también fueron subidos a una web de zoofilia para mayores de 18 años, se ve al hombre teniendo relaciones con el dogo de burdeos, con otro perro y hasta con un poni, animales con los que también –según la denuncia– ofrecía shows en vivo. “A los otros animales no los han encontrado”, se lamentó Heredia.
“Es tremendo, porque para poder tener relaciones con los animales, los acostumbran desde chiquitos. Es un maltrato sostenido en el tiempo que empieza con la crianza, para terminar en un acto totalmente anormal y morboso”, describió la titular de la organización proteccionista.
Mientras custodian a “Justiciero”, desde la Fundación esperan que la investigación pueda dar con los otros animales que aparecen en los videos secuestrados, y que pueda encuadrarse penalmente esta actividad como infracción a la Ley Sarmiento, sancionada en 1954, que prevé penas de entre 15 días y un año.
La zoofilia, un trastorno serio de la sexualidad
“Las parafilias son trastornos cualitativos de la sexualidad humana”, escribió el médico legalista y forense Carlos Cornaglia, en el libro “Abuso sexual de Menores. Criminal Plaga” (2011), en el que definió a las parafilias como “un conjunto de fantasías, necesidades o conductas inusuales, normalmente repetitivas, que producen excitación sexual”.
Cornaglia describió que la zoofilia (obtener excitación sexual con animales), así como la pedofilia (con niños), la necrofilia (con muertos), el vouyerismo (contemplación de personas desnudas) o el sadomasoquismo (búsqueda de placer sexual produciendo dolor físico o sufrimiento a otro), forman parte de este gran grupo de parafilias.
En nuestro Código Penal sólo están penadas la pedofilia, el frotismo (en algunos casos, sujeto a interpretación) y el exhibicionismo obsceno. Este último prevé multas si la exhibición es expuesta a un tercero mayor de edad, y prisión de seis meses a cuatro años si los afectados fuesen menores de edad.
Otros casos de animales abusados
No es la primera vez que toma estado público un caso de abuso animal. Hace un año, un perrito callejero fue encontrado muerto en el Paseo Sobremonte, y mostraba signos de haber sido abusado. Proteccionistas que frecuentan la zona y que descubrieron al animalito muerto, con un pañuelo atado al cuello, radicaron la denuncia penal.
A mediados de 2014, tres hombres fueron detenidos durante unos 20 días y acusados de haber alcoholizado y violado a un perro en Tanti, conocido como “El Apache”. El fiscal de Villa Carlos Paz, Ricardo Mazzuchi, dispuso su detención y traslado a la cárcel de Bouwer, luego de que subieran a Facebook fotos jactándose de lo que habían hecho al can, aunque luego dijeron que se había tratado de una “broma de mal gusto” y pidieron disculpas.
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