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jueves, 30 de octubre de 2014

Para conservar la especie, inseminaron a una guepardo en el zoológico porteño

Es el mamífero más veloz de la tierra. En el país hay sólo cinco.
Ayer una hembra de guepardo fue inseminada artificialmente. El procedimiento se hizo en el Zoo porteño y significa una gran apuesta: el ejemplar es adulto, nunca ha tenido cría y el material genético que se usó está congelado hace tiempo. Para el equipo que dirigió la intervención las posibilidades de reproducir al animal son bajas pero creen que ya es un éxito poder lograr un equipo especializado en la aplicación de estas novedosas técnicas para fauna silvestre.

Los Acinonyx jubatus, conocidos popularmente como guepardos, poseen una baja diversidad genética y por eso es difícil lograr que se reproduzca. Pero como éste es una de los pocos ejemplares del país (se contabilizan tan sólo cinco) buscan que tenga cría. Esta hembra llamada Luli quedó “soltera” porque su compañero murió hace pocos años, pero usaron su líquido seminal que estaba conservado en el Laboratorio del Zoo, donde se guardan 6.500 muestras de 400 ejemplares de 85 especies. La complejidad de la maniobra requirió de un equipo técnico conformado por cuidadores, veterinarios, biólogos y genetistas.


El proceso no empezó ayer. Hace unos días le inyectaron al animal distintas hormonas para inducir su ciclo y generar la ovulación en un momento específico para optimizar el encuentro de los ovocitos con los espermatozoides que fueron depositados en su útero. Le realizaron una laparotomía, procedimiento que consiste en hacer un corte para dejar expuesto todo su aparato reproductivo e inyectar el material genético del macho.

“Ahora debemos esperar unos 70 días, tiempo en el que a simple vista es posible detectar una preñez. Si todo va bien, veinte días después parirá. Pero sabemos que es muy difícil que eso suceda. El avance está en que afianzamos el trabajo interdisciplinario, generando un equipo de profesionales que se especialice en la aplicación de estas novedosas técnicas”, dijo Adrián Sestelo, director del Laboratorio de Bioética Reproductiva del zoológico de Buenos Aires.

Al guepardo también lo llaman chita u onza y es un miembro atípico de la familia de los félidos. Es el animal terrestre más veloz, alcanzando una velocidad punta entre 95 y 115 kilómetros por hora en carreras cortas de un máximo de 400 a 500 metros. Se diferencian del resto de felinos en que sus uñas no las pueden retraer; además tienen las patas más largas en proporción a su cuerpo comparado con otros de su especie. Las hembras pueden tener hasta cinco cachorros por camada, que permanecerán a su lado durante dos años. Luego la hembra buscará otro o varios machos para que la fecunden. Su presa fundamental es la gacela, a la que no les cuesta cazar gracias a la agudeza de su vista y la alta velocidad que alcanzan (ver tabla”.

Estos animales sobrevivieron a los cambios en el planeta durante 4 millones de años, pero en unas pocas décadas el hombre lo hizo entrar en la lista de especies amenazadas al recortarles su espacio vital. Según la organización Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza quedan sólo 9.000 en estado salvaje en el mundo.

clarin.com

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