La Municipalidad lleva dos años sin acatar el fallo judicial que la obliga a cumplir una ordenanza. La omisión generó una multa que superó los 100 mil pesos. Protectoras de animales proponen que el monto se descuente del patrimonio de la intendenta
Claudia Bonato
Este mes de agosto cumple dos años el fallo que obliga a la Municipalidad de Rosario a construir un cementerio y una guardería de mascotas, aunque las ordenanzas sobre el tema fueron sancionadas en 1994. El incumplimiento generó, hasta ahora, una multa que ya supera los 100 mil pesos y seguirá creciendo hasta que se efectivice la construcción.
Cansados de esperar que el municipio se decida a cumplir la resolución judicial, protectoras de animales de Rosario realizaron una presentación en el Juzgado Civil y Comercial Nº 6, en la que solicitan que el monto de la multa o “conminación pecuniaria” (como prefieren denominarla) de ahora en adelante se descuente del patrimonio personal de la intendenta Mónica Fein, y no de las arcas municipales.
“Hasta noviembre de 2013, el municipio pagó 60 mil pesos de multa y desde esa fecha hasta agosto de 2014, adeuda 40.500 pesos más”, precisó en diálogo con Rosario3.com el abogado ambientalista Jorge López Mirossevich, apoderado de las protectoras depositarias de ese dinero destinado al cuidado de los animales.
“El fundamento de nuestra presentación radica en que no queremos que sean los contribuyentes quienes paguen por el incumplimiento de la Municipalidad, sino la intendenta a cargo del gobierno de la ciudad”, dijo el letrado.
Los argumentos del incumplimiento
Conocido el fallo, la Municipalidad eligió un predio comprendido entre Cullen y Ugarte al norte, ruta nacional Nº 34 al sur, canal Ibarlucea al este y Pasaje 1327 al oeste; pero luego las autoridades llegaron a la conclusión de que ésa es una zona inundable, poco apropiada para una instalación semejante, aunque nunca propusieron una alternativa.
El juez Néstor García, que resolvió en la causa, indicó a Rosario3.com, que la Municipalidad nunca acreditó con pruebas fehacientes las características que, a su entender, hacían inviable la construcción en dicha zona, como un estudio del terreno o un informe hidráulico.
“Si hubiera cumplido con este trámite, ya habríamos avanzado en la resolución del tema. Se habría declarado la resolución de cumplimiento imposible y el municipio tendría que haber designado un lugar apropiado tanto para el cementerio como para la guardería de animales”, señaló el magistrado.
Resumen de un conflicto que sigue generando deuda a los contribuyentes
En agosto de 2011, la justicia de Rosario hizo lugar a una presentación de asociaciones protectoras de animales a partir de una ordenanza que nunca fue implementada.
Según la disposición judicial, la Municipalidad contaba con un plazo de un año para abrir el cementerio de mascotas y la guardería transitoria de animales, que fueron aprobados por ordenanza en 1994, pero nunca promulgadas por el Ejecutivo.
El fallo del tribunal de Alzada –que hizo lugar a una presentación de asociaciones protectoras de animales, en el marco de la ley 10.000– intimó al municipio a que reglamentara las ordenanzas 5904/94 (creación de guardería) y 5905/94 (cementerio de mascotas).
Posteriormente, los camaristas Jorge Peyrano, Edgard Baracat y Avelino Rodil, pusieron ese plazo para la puesta en marcha de ambas ordenanzas.
La resolución judicial –a la que el municipio hizo caso omiso– advertía a la intendencia que el incumplimiento, en tiempo y forma, de lo resuelto originaría “consecuencias aflictivas".
fuente: rosario3.com
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