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miércoles, 4 de junio de 2014

Casi estrangulan a joven por defender a un perro en Bogotá

Estudiante terminó con fracturas y hematomas al proteger un perro que era maltratado por su dueño
Por: REDES SOCIALES -  4 de junio de 2014

Si no es por los gritos de su mamá y la intervención de los vecinos, Felipe Duque Montoya, un joven estudiante de Ciencia Política y Periodismo, tal vez hoy estuviera muerto. Asfixia. Ese hubiera sido el diagnóstico. 9:07 de la noche, quizá la hora de su deceso.

Como lo hace casi todos los días, el pasado sábado mientras sacaba a su perro a hacer sus necesidades, fuera de la unidad residencial donde vive en el barrio Hayuelos, en el occidente de Bogotá, Felipe fue víctima de un hombre de unos 50 años que “no entiende que los perros ladran, les da hambre y tienen necesidades”.

“Le pegó a su perro, un Beagle de unos ocho meses de edad, porque estaba ladrándole al mío, un Pitbull que llevaba con bozal”, relató el estudiante de octavo semestre en ambas carreras. 

La respuesta fue un golpe contra la cara que pudo esquivar rápidamente, pero que para su desdicha vino acompañado de un giro inesperado que lo dejó contra el piso. En menos de cinco segundos su cara fue aplastada contra el pavimento. “Después del golpe que le esquivé, me volteó de un momento a otro, puso sus rodillas encima de mis brazos y empezó a asfixiarme. Quedé casi sin conocimiento”.

Un hombre estaba ahorcando a un joven solo porque le pidió que no le pegara más a su propio perro. Felipe Duque estaba completamente indefenso. El Pitbull que lo acompaña desde hace unos cuatro años, “salió corriendo como una gallina” mientras su madre, una señora de 70 años de edad, pedía ayuda.

La excusa del hombre fue que el perro era suyo y por eso le hacía lo que le daba la gana. “Por qué se meten”, les gritó a madre e hijo segundos antes de que el rostro de Duque se tiñera de sangre por completo. Los vigilantes, testigos de la escena, no fueron capaces de ayudarlo. Solo los gritos de su madre y un vecino que salió a auxiliarlo lo salvaron.

“Todo quedó grabado en cámaras. También hay fotos”, relató Duque, quien apenas pudo recobrarse llamó al número de emergencias 123. Esperó siete minutos mientras veía como su nariz estaba totalmente torcida hacia un lado.

Miembros de la Policía lo acompañaron hasta la puerta del apartamento del hombre de quien prefiere no decir el nombre. Ya se había cambiado de ropa y vestía la camiseta de la Selección Colombia. “Estaban a tiempo de detenerlo y no lo hicieron, solo porque no lo encontraron en el hecho”.

A Felipe lo llevaron al Hospital San Ignacio donde lo menos grave fue la inflamación en la encía, el golpe en la cabeza y las raspaduras en el rostro. Tiene fractura de nariz, pero deberá esperar dos meses para ser intervenido quirúrgicamente. En ese tiempo no podrá estornudar o sonarse, pues los vasos sanguíneos se le reventarían de manera inmediata. Los hematomas por asfixia también saltan a la vista.

Ayer lunes, el hombre que trató de estrangularlo, fue denunciado por lesiones personales y tentativa de homicidio. “Tiene que presentarse en menos de 30 días”, aseguró Felipe, a quien le dijeron en la Fiscalía que “la Policía debió detenerlo de inmediato”. Los uniformados tuvieron la mayor prueba en frente y no hicieron nada: el rostro desfigurado de un protector de animales.

Una y otra vez, Felipe seguirá defendiendo cuantas veces sea necesario la vida y el respeto por los animales. Está afectado, pero no cansado. No tiene miedo. No se ha rendido en los cuatro años que ha trabajado en temas de cultura ciudadana y movilización junto a Antanas Mockus. “Seguiré enseñándole a la gente de la mejor manera. Es mi deber ciudadano. La única forma de combatir la violencia es con educación”. ​

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