Calafate vivió en el cementerio de Río Grande desde que enterraron allí a su amo. La conmovedora historia.
14/02/14
La historia del perro Calafate es conocida por casi todos los habitantes de Río Grande, en Tierra del Fuego. El animal vivía desde hacía más de nueve años en el cementerio municipal de esa ciudad. Llegó allí luego de la muerte de su dueño, quien fue enterrado en esa necrópolis. Inexplicablemente, el perro se escapaba de la casa a la que había llegado tras el fallecimiento de su amo para ir al cementerio, hasta que finalmente se quedó allí. El pasado martes, y luego de ser atacado por otros perros, los empleados lo encontraron sin vida.
En 2004, un peón chileno llamado Pedro Vera Cárcamo falleció en un accidente de trabajo. El hombre tenía una mascota, un perro mestizo llamado Calafate, quien luego de su muerte fue llevado a una estancia cercana. Pero todos los días el animal se escapaba e iba al cementerio de Río Grande.
Al principio los empleados lo echaban. Y los que lo habían heredado lo iban a buscar. Pero el perro siempre volvía. Y, tras conocer su conmovedora historia, lo adoptaron. "Puede ser que algún perro se metiera y siempre los sacábamos. En el caso de Calafate recuerdo que tenía hambre y lo sorprendíamos comiéndose las velas, por lo que lo sacábamos corriendo, pero siempre volvía", recordó uno de los empleados municipales al diario local El Sureño.
Con el correr de los años, el perro se convirtió en el animal más conocido de la ciudad. Cualquier persona que iba al cementerio preguntaba por él y hasta le llevaban comida.
Pero la semana pasada, Calafate fue atacado por dos perros y quedó herido. A pesar de que había mejorado, los empleados lo encontraron sin vida cuando ingresaron a trabajar. Fue sepultado cerca del quincho donde compartía sus días con el personal del cementerio. Y cerca de donde descansa quien fue su dueño más querido.
fuente: clarin.com
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