Sebastián de la Cruz, un bebé de 5 meses, se encuentra estable en la cama de un hospital conectado a tubos que lo ayudan a respirar sin sospechar que fue el protagonista de una de las escenas más dramáticas en una autopista del sur de Florida esta semana.
La reacción rápida de las personas en la carretera estatal 836 salvó la vida del pequeño el jueves por la tarde. Y la imagen de su tía, Pamela Rauseo, quien intentaba desesperadamente que el bebé volviera a respirar, le ha dado la vuelta al mundo.
El público y los medios de prensa llaman héroes a Rauseo, Lucila Godoy, una mujer que le ayudó, Amauris Bastidas, el agente de policía de Sweetwater que bajó de su patrulla para asistir con resucitación cardiopulmonar, y Al Díaz, el fotógrafo del Miami Herald que estaba detrás de Rauseo en su carro y se detuvo a buscar ayuda.
“Yo estaba en un ataque de pánico y no me sentía capaz de hacer lo que hice”, confesó Rauseo durante una conferencia de prensa en el centro de diagnósticos y tratamientos del Hospital Jackson Memorial el viernes. “Pero lo primordial era que mi sobrino estuviera bien, no podía permitir que nada le pasara”.
La lección más importante que se puede aprender del dramático caso es que con entrenamiento de resucitación cardiopulmonar (CPR) una persona común puede salvar vidas en situaciones de emergencia, dijeron los médicos que atienden a Sebastián en el Hospital Jackson.
“El entrenamiento de CPR sí salva vidas y es algo que todos deberíamos aprender”, dijo Juan Solano, pediatra de cuidados intensivos del Centro de Pediatría de la Universidad de Miami (UM). “Gracias a lo que Pamela [Rauseo] hizo, hoy Sebastián se encuentra vivo y estable”.
Solano dijo que el pequeño, quien nació en el Hospital Jackson y cuya madre también es enfermera allí, deberá permanecer bajo vigilancia médica por algún tiempo. Sebastián tiene una congestión y una infección respiratoria.
Los entrenamientos de CPR generalmente son gratuitos y se imparten en centros médicos, universidades como UM y mediante organizaciones como la Cruz Roja Americana y la American Heart Association.
Rauseo, de 37 años y de origen dominicano, recibió entrenamiento para obtener un certificado de CPR hace siete años, luego de que uno de sus tres hijos menores estuvo a punto de asfixiarse mientras su padre lo alimentaba.
“En ese momento me di cuenta de que debía estar preparada por si algo le pasaba a mis hijos. No puedo correr riesgos”, dijo. “Ahora más que nunca estoy convencida de que debo renovar mi certificación y lo haré pronto. Todo el que tenga la posibilidad debería hacer lo mismo”.
El padre de Sebastián, también dominicano y quien prefirió no ser identificado por su nombre para proteger la privacidad de su familia, se encontraba en el público durante la rueda de prensa y dijo que obtendrá su certificado de CPR lo más pronto posible. Apenas podía hablar sin que se le entrecortaran las palabras por la emoción. Dijo que se siente afortunado de que su único hijo se encontrara con Rauseo el jueves por la tarde.
“Siempre esperamos a que sucedan las cosas para prepararnos. Yo no habría sabido qué hacer. Ella es una mujer increíblemente fuerte”, comentó.
Rauseo, quien ayuda a su hermana con los cuidados de Sebastián frecuentemente, contó que el bebé suele llorar cuando el auto no está en movimiento y que por eso supo que algo andaba mal cuando el niño permaneció en silencio en el atasco vehicular de la carretera 836.
“Fui a la parte trasera del carro a asegurarme de que todo estaba bien y lo vi moradito, sin respirar. Me asusté”, declaró Rauseo.
Salió con el niño en brazos, desesperada y pidió ayuda a los conductores de otros vehículos. Entonces Godoy y Díaz acudieron a ayudar. Ninguno de los dos está entrenado para dar CPR. Díaz corrió en búsqueda del agente Bastidas quien intentó reanimar al bebé con la ayuda de Rauseo, moviéndolo hacia arriba y hacia abajo.
“El bebé comenzó a respirar y llorar”, dijo Bastidas el jueves.
En ese momento Díaz buscó su cámara y comenzó a capturar las imágenes.
Pero Sebastián dejó de respirar una vez más. Entonces su tía le dio respiración boca a boca y el niño volvió a respirar.
Las imágenes del incidente han sido retransmitidas a nivel internacional. El Departamento de Policía de Sweetwater organizó una rueda de prensa tras los numerosos pedidos de entrevistas a Bastidas. Díaz también dedicó casi todo el viernes a responder a preguntas de los medios.
Pero todos han dicho que no se sienten héroes, solo personas normales que cumplieron con una obligación en el momento del incidente.
“Yo soy una persona simple y para mi era un día normal y actué lo mejor que pude dadas las circunstancias”, dijo Rauseo. “Agradezco a las personas que estuvieron ahí para ayudarme. No lo habría podido hacer sin ellos”.
Díaz aseguró que primero actuó como ser humano, y su instinto fue pedir ayuda, antes de ponerse a tomar fotografías.
“Primero soy un hombre y después un fotógrafo”, dijo Díaz. “Pero fue un momento muy impactante, incluso para mí, y pude documentarlo”.
fuente: elnuevoherald.com
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